viernes, 20 de julio de 2012

Rebeldía, no me abandones


Desafortunado encuentro,
palabras cruzadas,
voces estridentes,
llanto ahogado.

Pérdida de tiempo.
¿Por qué no callaste?
El sentido común te invade,
pero nadie quiere entenderte
y la soledad acecha sobre ti.

No más problemas.
Aunque la rebeldía te hace combatir.
¡Eterna juventud!
Te armas y lanzas cañonazos razonados.
Al lado, la madurez que tiene otro parecer:
- Paz antes que lastimarnos al aplicar el sentido común.
- ¿La Paz quiere ganar a la injusticia?

Me desarmo y vuelvo al redil.
La experiencia y la madurez
se cruzan en mi camino.
Rebeldía, no me abandones.