sábado, 31 de diciembre de 2011

¡AL ENCERADO! UN LIBRO ENTRAÑABLE DE RECUERDOS ESCOLARES

El encerado era el centro del aula. El centro del pequeño mundo escolar de toda clase. Así define Ignacio Elguero, el autor del libro, ese lugar del aula temido por todos los alumnos, pero a la misma vez fascinante. 

Un relato para todos los públicos. Para los mayores supone un retrato y recuerdo de su colegio y para los jóvenes es acercarse y conocer el colegio de sus padres. Una educación con rasgos políticos y religiosos, reflejo de la sociedad del momento. El autor recoge las actividades, anécdotas, recuerdos escolares más significativos de la época desde el día del Domund, a los juegos del recreo, las colecciones de pegatinas y cromos o asignaturas que han desaparecido como urbanidad y disciplina, otras han sido reformuladas como el catecismo escolar, pretecnología y otras que permanecen como lengua con la caligrafía y ortografía, la educación física, matemáticas, física y química o filosofía.


Un libro lleno de recuerdos simpáticos conducidos por el autor de manera magistral a través de diferentes temas y voces de personajes como Juan Echanove, Patxi López, Pepa Bueno, Elvira Lindo, Sole Giménez, María Dolores de Cospedal, Javier Sierra, Ángeles Caso, Juan Luis Cano, Ángel Antonio Herrera o Mariló Montero. Con un lenguaje claro y un relato ameno que permite evocar y conocer los entresijos de los colegios españoles de tres décadas significativas en la historia de España y de una generación muy importante en el desarrollo de la democracia.

martes, 20 de diciembre de 2011

Disertación de los libros de Günter Wallraff: Cabeza de turco y El periodista indeseable

Günter Wallraff, escritor, periodista y como se deduce de sus reportajes, activista social. Es la voz de aquellos que la sociedad les ha quitado la palabra. Lo contó en su antología de reportajes "El periodista indeseable" y en "Cabeza de turco" en la década de los 70. Para ello no dudó en disfrazarse e infiltrarse allí donde su afán justiciero se hacía más necesario, entre los inmigrantes y los desposeídos.

En 1963 Günter Wallraff llamado a realizar el servicio militar se declaró objetor de conciencia, pero su solicitud fue rechazada. Ante la negativa de coger un arma fue ingresado en el departamento de psiquiatría del hospital Bundeswehr en Koblenz. Para soportar la situación a la que fue sometido decidió escribir sus experiencias en un diario para que la sociedad pudiera leerlo. El escritor Heinrich Teodor Böll le animó a seguir escribiendo debido a la desesperación de Wallraff cuando es despedido debido a ser diagnosticada una personalidad anormal “no apta para la guerra y la paz”.

Estos dos hechos, tanto contar el trato injusto que estaba recibiendo y el de seguir escribiendo, son decisivos para sus libros posteriores y el tipo de periodismo que lleva a cabo.

Este tipo de investigación, basada en una vivencia extrema de la realidad, tiene antecedentes en los procesos de investigación de algunos escritores y periodistas. Cabe destacar a Nelly Bly, Upton Sinclairp o Jack London. Este último como uno de los narradores que más se interesó en vivir diferentes experiencias para después poder escribir sobre ellas. Posteriormente, fueron muchos los creadores que tuvieron una relación más o menos duradera con el mundo periodístico, y que se interesaron por una vivencia en primera persona de la realidad que deseaban narrar. Sin embargo, por encima de las técnicas utilizadas para recabar la información y documentar el escrito, me interesa incidir en el propio texto en sí del libro Cabeza de Turco. La narración, con el tono extremadamente realista, crudo y directo, obtiene un seguimiento claramente emocional por parte de lector. De la misma forma que los novelistas realistas franceses de finales del S. XIX proponen mostrar crudamente la realidad, para conseguir de esa forma una emoción que posibilite cambios sociales, el autor logra ofrecernos, aún más dando sus escritos como testimonio personal, la sensación de estar mostrando una realidad absoluta, una visión cruda de la situación humana. De la misma forma que nos muestra el cuadro completo que está viendo Alí, también nos deja con la duda de si su relato es válido como investigación periodística, al estar absolutamente anegado por la realidad que ha tenido que vivir bajo un único punto de vista. Debemos tomar consciencia del hecho de que una visión tan parcial del problema puede ocultar otras realidades, sin permitirnos tener una concepción global del conjunto.

El rechazo llega incluso dentro de la Iglesia. Wallraf caracterizando a Alí quiere bautizarse y uno de los sacerdotes le ponen trabas de todo tipo metiendo al obispo por medio, formulando preguntas hipócritas, pseudocristianas e inquisitoriales para terminar negándole el bautismo. Hasta que llega a una Iglesia donde un joven sacerdote no le pone ningún pretexto para bautizarle. Un sacerdote que era de Polonia y sabía lo que era ser un extranjero perseguido se presta a ayudar a Alí, incluso si tiene problemas con la policía de extranjeros. ¿Este comportamiento verdaderamente cristiano le viene de la experiencia vivida, de la empatía que siente por Alí?, ¿Y el resto de sacerdotes que le niegan el bautismo actúan por miedo, por xenofobia o por la doble moralidad?


ESQUEMA DEL LIBRO
El libro “Cabeza de Turco” se divide en catorce capítulos con un título, en la mayoría seguido de un subtítulo y con una cita de autor que da sentido al desarrollo del capítulo y al título escogido. El hecho de entremezclar descripciones de escenas con reflexiones, diálogos, testimonios de obreros que han soportado estas duras condiciones laborales, informes que justifican los hechos como la inseguridad en la empresa Adler y alguna que otra fotografía de los diferentes trabajos por los que pasa el personaje de Alí son elementos que convierten al texto en reportajes que denuncian una realidad que viola los derechos de los inmigrantes turcos.

A lo largo de casi todo el libro el narrador utiliza la primera persona, siempre entre paréntesis aclarando que actúa con la identidad de Alí. Sin embargo, en algunos momentos, narra determinados fragmentos en tercera persona. Este cambio es muy significativo, ya que le sirve para disociarse de su personaje. Durante la mayor parte del texto, el autor no se permite realizar juicios de valor, comentarios u observaciones que no haría Alí. Esa búsqueda de la objetividad narrativa, a través del sujeto elegido, hace que no pueda realizar ningún tipo de juicio como observador imparcial externo. Al disociarse, sin embargo, sí puede mostrar la situación que están viviendo, bien bajo el prisma de un narrador omnisciente, o bien bajo la mirada del periodista que sufre la situación del sujeto.

Wallraff al meterse en el personaje turco, Alí, permite contarnos determinadas cosas desde la subjetividad, desde las experiencias vividas. Una de las declaraciones de Wallraf como Alí dice: “Hay que haberlo vivido: aun después de haberte duchado se concentra todo en los pulmones y ahí se queda. Por fuera estás limpio, sí, pero por dentro… todo está dentro.”

Günter Wallraff se defiende diciendo: “yo no era un turco auténtico, eso es cierto. Pero hay que enmarcararse para desenmascarar a la sociedad, hay que engañar y fingir para averiguar la verdad”.

¿El periodista se tiene que convertir en actor para denunciar una injusticia latente y a la vista de la sociedad?, ¿Pierde la objetividad al contar la historia cuando interpretar un papel? No está solo como observador sino como actor y provocador de situaciones. Lo mismo ocurre en todos los reportajes recogidos en el libro El Periodista Indeseable. Actúa de obrero, neonazi e incluso de periodista de prensa amarilla.

En varias ocasiones teme por su vida. En determinadas situaciones teme ser descubierto: Wallraff es observado por un compañero cuando se detiene brevemente a tomar notas. Pero este se hace cómplice de la situación. El mayor miedo lo pasa cuando casi es desenmascarado por el empresario Adler cuando Wallraff , interpretando el papel de Alí, hace una señal al fotógrafo y el dueño de la empresa se percata.

Ante los neonazis en un partido de fútbol donde se ve obligado a dejar de hablar en alemán, a pesar, los fanatizados hinchas en ningún momento dejan de considerarlo extranjero y le echan cigarrillos en el pelo y cerveza en la cabeza. Acciones vistas normales en una sociedad que nadie denuncia ni defiende a la víctima ¿por miedo o por qué comparten las mismas ideas? Como dice Wallraff en una de sus citas sacadas de un texto perteneciente a un anuncio de McDonald´s : “Quién no se preocupa por mirar, se vuelve ciego a la verdad”.

En los trabajos que realiza corre un riesgo elevado al estar en contacto con materiales nocivos para la salud como el amiento, realizando labores de limpieza y otras que para ser ejecutadas necesitan posiciones corporales forzadas a lo largo de horas. Y todo ello en condiciones de trabajo desfavorables. Mugre, humo y polvo que contiene plomo, cadmio o mercurio respira durante horas limpiando máquinas. Le producen vómitos, desmayos, le quita el apetito, bronquitis, gastritis, trastornos circulatorios y un largo etcétera.

Debido a la lesión de hombro y a la bronquitis que coge en la empresa Thyssen no puede seguir trabajando de obrero y decide seguir poniendo su vida en peligro al aceptar ser cobaya humana para la industria farmacéutica. Ser conejillo de indias le supuso que las encías de la mandíbula inferior se inflamaran y supuraran. Al pasar esta etapa su propuesta es que debería aprobarse una ley que obligara a quienes obtienen mayores ganancias en la industria farmacéutica a prestarse a que los ensayos se realicen en sus propias personas. ¿Para hacer esta propuesta se necesita pasar por el experimento?

Wallraff justifica su periodismo de denuncia e investigación diciendo que escribe desde el punto de vista de las víctimas. Para mostrar una realidad como periodista no creo que sea necesario actuar bajo un papel y adoptar otra personalidad durante un tiempo limitado. Incluso en Cabeza de Turco recoge unas declaraciones de un obrero en la empresa Thyssen que ofrece el punto de vista de la víctima: “¿Qué es lo peor de mi vida? Pues estar ahora aquí trabajando en Thyssen para la empresa Adler, esto es lo peor de lo peor, más le valdría a uno morirse”.

No se puede negar a Wallraff el logro de sus objetivos en los reportajes de denuncia social, se le pueden criticar las formas, pero no la nobleza de sus causas. Para Günter lo importante es no quedarse solo en la publicación del reportaje sino que tuviera efecto en la sociedad y consigue entre otros logros que cambie la ley y las condiciones laborales, se origina polémica, conciencia social, se crean fundaciones… Pero, ¿están justificados los medios para conseguir el fin, la denuncia al trato de los turcos en Alemania? En la introducción del Periodista indeseable se recoge que “el fin justifica todos los medios y que así se disuelve todo sentido de la responsabilidad”. ¿Se puede disolver tan fácilmente la conciencia de una persona y valorar las consecuencias de sus actos? ¿Wallraff ve la denuncia de estos hechos injustos como persona responsable y consciente que cumple con sus obligaciones en la denuncia a la violación de derechos humanos? Al final del libro se recoge en anexos los diferentes juicios por lo que ha pasado Wallraff por el tipo de investigación que realiza y es consecuente y responsable ante lo que se le venía encima con su publicación.

Otra polémica abierta es si el periodismo que desarrolla Wallraff es periodismo sensacionalista. Podemos considerarlo sensacionalista por querer obtener a toda costa una gran repercusión social, por difundir información polémica y el hecho de producir sensaciones, emociones o impresiones tras esconderse el periodista en un disfraz de víctima.

También es llamativo el cambio en la traducción del título del libro Cabeza de Turco. Su traducción literal sería “Abajo del todo”. Se puede deber al dicho “eres un cabeza de turco”, apelativo que recibe alguien cuando es objeto del daño y de acusaciones de las que son culpables otros. Aunque esta expresión no fue acuñada por las injusticias que sufrían los turcos en la época industrial alemana, sino de mucho antes, de la época de las Cruzadas; cuando los cristianos lograban una victoria cortaban la cabeza de los turcos y las colgaban en un mástil de barco o en una lanza y recibían toda clase de acusaciones.


Y El Periodista Indeseable, fue un título elegido por Wallraff porque decía que era el nombre que recibía por aquellos empresarios para lo que había trabajo infiltrado, pero era un periodista deseable por la clase obrera ya que era la voz de ellos. El único arma con el que contaban para la denuncia y poder salir de esta vida laboral tan lamentable, donde las derechos humanos no eran tenidos en cuenta.

El Periodista Indeseable cuenta con una introducción realizada por Klaus Schuffels. Una gran reflexión sobre la forma y el tipo de trabajo que realiza Wallraff. Lo define como “el creador de una forma de expresión que procede tanto del periodismo como de la literatura y que ha demostrado ser un poderoso instrumento de agitación”. Unos de los subtítulos que tiene la introducción ya es muy significativo: “La literatura, arma de la lucha de clases”. Competir en el plano económico o político con los dueños de las empresas es batalla perdida, encontrar un arma tan potente, barata y en cierto modo fácil de difundir es un arma peligrosa para los patronos. Y también destaca los anexos que cuentan las consecuencias que tuvo la publicación de los reportajes. Consecuencias con las que Wallraff ya contaba como periodista responsable y comprometido con la sociedad utilizando medios de investigación muy cuestionados hoy en día.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

El arma de las clases obreras: la denuncia a través de la palabra

La migración –los movimientos de personas y de bienes– no es un fenómeno nuevo. De manera perpetua e inevitable, la gente siempre se ha movido, viajado, trasladado.

Las historias de comercio e intercambio, invasiones y conquistas, las persecuciones de sueños o de la buena vida son hechos que justifican recorrer largas distancias y desplazarse a otros lugares.

Según asegura Sassen, 1996 : “Las migraciones se regulan y siguen patrones de acuerdo a tendencias y presiones económicas, políticas e históricas”.

Hoy los inmigrantes de han vuelto parte de los mercados de trabajo e inversión, de los sistemas educativos y de bienestar, de los regímenes y discursos sobre formulación de políticas; han obtenido y ejercido –como extranjeros– derechos y privilegios normalmente reservados para ciudadanos nacionales; se han involucrado de manera extensa en la vida pública a través de actividades asociativas o afiliándose a sindicatos o partidos políticos, participando en prácticas electorales y en la producción artística o literaria. Pero antes de conseguir todo esto, han sufrido el endurecimiento del derecho de asilo, la xenofobia, la creciente reclusión en ghettos, realidades que la sociedad conocía, pero dentro de una intrahistoria no contada ni denunciada.

A finales de la década de los setenta, la forma en que entendemos y estudiamos la migración toma un giro cultural. La expresión legendaria de Max Frisch resume este cambio de corriente: “pedimos mano de obra y vinieron seres humanos”. Con este giro, al trabajador temporal se le devuelve significado como persona, como un ser total con sentimientos y cultura –no simplemente un trabajador y un huésped.

A mediados de los años ochenta Europa entra en el mundo del “multiculturalismo” y el modo de pensar predominante en torno a la migración se centra en cultura e identidad, no solo en estadística laborales.

En la industria de la construcción en Alemania se hallan ocupados 200.00 turcos, paquistaníes, yugoslavos y griegos ilegalmente empleados, lo que suponen una merma anual de impuestos y contribuciones a la seguridad social que asciende a una gran cantidad de marcos. No tienen seguro de enfermedad, cobran por diez horas al día y están quince, no pagan el transporte al empleado, aguantan insultos del capataz, el salario se cobra semanalmente y tienen que esperar varias horas a cobrar firmando un recibo del que no se obtiene copia ni factura del salario recibido.

Los traficantes de hombres gozan a menudo de protección política para eludir las sanciones. La legislación es muy laxa. Sin embargo, el gobierno federal vacila en poner coto a esos manejos. Todo lo que hay al respecto es que el arriendo de personal eventual de la construcción está prohibido desde 1982.


Los estados federales gobernados por la Unión (CDU) se niegan a reconocer como infracción penal ese comercio ilegal, motivo por el que el tráfico ilegal de alemanes y de extranjeros provenientes de la Comunidad Europea sigue siendo, jurídicamente una irregularidad. La policía, los procuradores de la Secretaría de Empleo y los fiscales eran chantajeados por los arrendatarios que también estafaban los salarios de los trabajadores ilegales y muchos eran doblegados a base de palizas y amenazas. ¿Se les puede llamar trabajadores o esclavos cuando no cumplen los derechos humanos? En el libro Cabeza de turco, uno de los compañeros turcos de Alí dice: “Esto es un infierno frío, antiguamente se gastaba más consideración con los esclavos; tenían un valor y se procuraba que su trabajo durase lo más posible. Aquí les da igual cuándo revienta uno, que hay bastantes esperando a ver si consiguen tu puesto”. La esclavitud es una institución jurídica que conlleva a una situación personal por la cual un individuo está bajo el dominio de otro, perdiendo la capacidad de disponer libremente de su propia persona y de sus bienes. Aristóteles sostiene que la esclavitud es un fenómeno natural. Mintz y Elkins consideran que existe una relación recíproca entre capitalismo y esclavitud, evidenciando que conforme varía el dinamismo del capitalismo, el carácter represivo de la actividad laboral también varía. Otros investigadores como Lester Thurow sostienen que mientras la democracia es incompatible con la esclavitud, el capitalismo no lo es. La apariencia libre del contrato entre capitalista y trabajador (que según la teoría liberal habría de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o legislación protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido éste por la existencia de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los desempleados que están dispuestos a sustituirle. Como afirma Wallraff: “Para las empresas son material humano desechable, obreros de usar y tirar de los que un buen número está haciendo cola para conseguir trabajo. Este desgaste explica también por qué sólo rara vez alguien llega a resistir ese trabajo más allá de uno o dos años. Con frecuencia bastan uno o dos meses para contraer una enfermedad de por vida, sobre todo cuando te obligan a cumplir turnos dobles o triples. La idea de que el funcionamiento libre del mercado somete a los salarios a una ley de bronce que impide que asciendan más allá del límite de la subsistencia. Los proletarios deben de cuidar ellos mismos de la reproducción de la fuerza de trabajo. Pero si a esto le añadimos ser extranjero sin papeles, disminuyen aún más los derechos. Por ejemplo en la empresa Remmer a los alemanes les pagan las horas extraordinarias y suplementos por días festivos y su salario bruto es mayor. Es decir, ¿el sueldo va en función de quién eres y no de tu capacidad de trabajo?

Es chocante que incluso Wallraff dice: “Nos llevaron allí con una cuadrilla y estuvimos trabajando como negros, hasta que nos caíamos al suelo, aproximadamente cincuenta horas”. ¿Por qué ha trascendido el dicho “trabajar como negros” y no trabajar como turcos? ¿Es la creencia que la esclavitud se acabó con el capitalismo?

Ningún inmigrante o los trabajadores huéspedes que son como los llaman, suelen replicar ante cualquier injusticia que se comete ante ellos con miradas humilladas y de resignación. Ante las más graves ofensas disimulan y hacen como si no las hubieran oído. Sin duda obedece también al temor de provocaciones de pelea, pues la experiencia enseña que en tal caso, y por regla general, los extranjeros son presentados como los únicos culpables, y con tal pretexto, los dejan sin sus puestos de trabajo. De ahí que prefieran tolerar los agravios cotidianos y hagan oídos sordos para no dar pie a ningún pretexto.

martes, 22 de noviembre de 2011

Diferentes maneras de aprender poesía

Los recuerdos vagos que vienen a mi memoria de las clases de literatura en el colegio me permiten hoy en día saber que es la poesía: un género literario que manifiesta la belleza o el sentimiento estético por medio de la palabra tanto en verso como en prosa. Cuando la poesía está escrita en prosa el autor sigue manteniendo todos los rasgos propios de la poesía: subjetividad, utilización de un gran número de recursos literarios, cuidado formal y estético... Cualquier poema suele ajustarse a ciertas normas formales, relacionadas con los versos, las estrofas y el ritmo. Estas características se engloban en lo que se define como la métrica de la poesía, a través de la cual los autores vuelcan sus recursos literarios y estilísticos.

Se puede decir que la poesía nació íntimamente unida a la música, de ahí que el término canción fuera aplicado a las composiciones en verso que cantaban los poetas. Esto se debe a que los primeros poemas se transmitían acompañados por un instrumento musical, con frecuencia una lira (de donde procede el término lírica). Así, la entonación al leer un poema se acercaba bastante a los compases musicales que servían de fondo a la recitación.

Y una vez explicado el concepto e historia de la poesía nos obsequiaban con una gran lista de autores con su bibliografía y un pequeño poema a modo de ejemplo: Jorge Manrique, Gonzalo de Berceo, El Arcipreste de Hita, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, José Cadalso, José de Espronceda, Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro, Antonio Machado, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y un largo etcétera.


Una vez terminada la educación obligatoria: ¿Qué sabemos de poesía?, una definición completa y académicamente correcta. Y zas! Se rompe la magia que ofrece la poesía con estas definiciones que no permiten crear, emocionar, transformar el mundo y compartir emociones universales; porque la poesía apasiona, vive dentro de cada uno, enmudece al que recita y ensordece al que escucha. Son un baile de versos que vienen y van, juegos de palabras que quieren reordenar el mundo, se entrecruzan guiños del autor que invitan a la reflexión y al conocimiento de lo humano.

Tantos recitales de poetas que buscan la perdurabilidad, que exaltan la belleza y esencia de las cosas creando placer, pero también causan dolor.

Poesía que distorsiona, que despierta la creatividad, ofrece cambio, búsqueda de emociones, permite encontrarse con uno mismo, pero asusta y evitamos sumergirnos en ella. Esto si que es poesía y nos lo ocultan.

martes, 1 de noviembre de 2011

El individuo como agente generador de cambio

  “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Albert Einstein
            Hay determinadas citas que quedan en el olvido durante largo tiempo, pero de repente vuelven a la actualidad. Describen la situación de manera increíble e incluso dan soluciones a problemas que consideramos solo de nuestro tiempo, pero que muchas veces son momentos que se repiten a lo largo de la historia de manera cíclica. Cíclicas como las crisis. Qué persona o sociedad no ha pasado a lo largo de su vida o de su historia por varias crisis, e incluso a veces, no sabes dónde está el principio y el final porque siempre hay una coyuntura de cambio y evolución que nos envuelve constantemente.
            En un momento de crisis mundial, como la que estamos viviendo, la situación económica, política y social necesita rumbos nuevos. Esos rumbos se encontraran gracias a los conocimientos que tengamos sobre las crisis anteriores pero, sobre todo, por la creatividad. Si echamos la vista atrás, después de las grandes crisis  siempre aparecen las nuevas e inusitadas ideas de formidables genios que encuentran la escapatoria en el arte. Lo que se llevó a denominar en el siglo XX: Vanguardia.
     La vanguardia, esa vinculación con actitudes sociales progresistas que llevó a la consideración que la vanguardia más auténtica, era aquella que junto a las innovaciones formales, implicaba un ansia transformador de la sociedad.

¿Qué va antes: la crisis económica, la política o la social?

            La crisis económica se puede producir porque determinados valores preestablecidos nos lleven a ella. En el caso que la crisis de valores se produjera, ¿aparecería igualmente una crisis económica y política? Posiblemente si valoráramos más la investigación, el arte, la creatividad, la formación a lo mejor la crisis económicas y políticas seguiría habiendo, pero habría una solución más eficaz y no tendrían tanta relevancia.

            El cambio implica innovación, creación, formación, transformación, imaginación, investigación…Todo esto se consigue a través de un bien y un derecho individual y universal, pero que ofrece grandes beneficios sociales: la educación. En este momento de cambio obligado, la educación debería ocupar el primer puesto de los intereses sociales. Sin embargo, comprobamos, con tristeza y frustración, que no es una verdadera prioridad. La grave situación económica obliga a tomar decisiones que puedan enderezar el rumbo de un país con unos niveles de endeudamiento inadmisibles, pero que bien gestionado no tendría que limar pilares tan importantes para la sociedad como la educación y la sanidad.
 
El cambio social se genera en el cambio individual

            Estamos en una época que nos obliga a acelerados y profundos cambios, y muchas veces va en contra de la creatividad, transformación e investigación ya que requiere tiempo.

            Pero, ¿dónde se tienen que producir estos cambios? Cada persona es generadora del cambio. Todos somos dueños de nuestro presente y capaces, con nuestras pequeñas acciones, de colaborar en una transformación más grande. Podemos construir nuestras propias competencias y habilidades para convertirnos en agentes de cambio. Es esencial darse permiso para cambiar las cosas. Los retos de la sociedad necesitan que cada persona pueda ser protagonista del cambio, desde cualquier ámbito, ya sea local o global.

            Todos, somos propulsores de la transformación, sólo tenemos que encontrar la manera de hacerlo y creérnoslo.

            Siempre que aparece la palabra crisis viene bajo una connotación negativa. Y  en realidad, es una llamada de atención ante problemas que nos exigen soluciones. Y es el mejor escenario para producirse transformaciones positivas en el mundo. Es el momento del cambio y la oportunidad. Todos podemos tomar las riendas para salir fuera y hacer algo que tenga repercusión y contribuya a arreglar el mundo y tenemos las herramientas necesarias para hacerlo: el conocimiento y fundamentalmente la imaginación.
  

viernes, 8 de julio de 2011

SOS en la educación

Ayer el Ministerio de Educación presentó los datos de la evaluación de diagnóstico 2010 sobre el segundo curso de ESO. Ningún dato nuevo. ¿Cómo se pueden evaluar a los alumnos por competencias cuando el sistema educativo está configurado para trabajar por asignaturas? Las competencias están diseñadas para desarrollar un pensamiento global y crítico con el que los alumnos puedan reflexionar sobre sus conocimientos, valores, aptitudes… Objetivo muy lejano de nuestro actual sistema educativo. Aún así, son increíbles los resultados conseguidos por los alumnos.
Una educación que pide más autonomía de los centros, con proyectos propios que se adapten a su alumnado y a su entorno. La repetición no es más que "una vía muerta hacia el fracaso, hay que repensar seriamente este sistema"; son palabras del Secretario de Estado de Educación Mario Bedera.  Una de las vías que se baraja es el seguimiento individualizado como hacen países como Filandia o Canadá. Y el otro gran punto a destacar es otorgar a Educación Infantil y Primaria el papel tan importante que se merecen.

Nuestro sistema educativo todavía responde a una escuela de la época industrial con tareas rutinarias, memorísticas y manuales. Nuestra sociedad y los nuevos perfiles profesionales demandan un pensamiento global y crítico, empatía, saber trabajar en equipo admitiendo las sugerencias de los demás,  la transferencia de conocimientos,  la creatividad e innovación. Adoptar un espíritu de pertenencia a un todo y una actitud responsable en su entorno desarrollando un papel activo y participativo en la sociedad.

Otro fallo del sistema educativo es la relevancia del producto final: la calificación. En la educación no tiene que importar la meta sino el proceso. Los mismos profesores preparan a los alumnos para conseguir un fin, una meta. Lo auténtico está en el camino de aprendizaje, en la experiencia, en el descubrimiento, en la búsqueda de soluciones. En muchas ocasiones, aparece la frustración de alumnos y profesores  por la presión de los resultados y se pierde la pasión por aprender y enseñar. La magia del viaje ha desaparecido.

lunes, 4 de julio de 2011

La gran brecha

El mundo, la sociedad, la cultura han cambiado a pasos vertiginosos. Nunca se había evolucionado tan deprisa. Nos cuesta adaptarnos y se está abriendo una gran grieta. Los jóvenes, generación mejor preparada de la historia, se sienten desconectados de la sociedad, tienen mucho que decir, pero no saben cómo influir en ella ni cuál es su lugar dentro de la sociedad. El resto de generaciones están asustadas por lo que puedan saber las nuevas, pero a la misma vez perdidos por la falta de aliento ante el acelerado cambio. Los jóvenes tienen que decir que es lo que quieren y esperan, pero esto solo sucederá cuando la sociedad les ofrezca un sitio.

Hace unos días escuché a Richard Gerver hablar del significado de la palabra “empoderamiento”: Lo que deberíamos hacer es cerrar esta brecha y asegurarnos de potenciar las capacidades de nuestros hijos para que sientan que pueden ocupar un lugar positivo y constructivo en el mundo y que pueden volverse ciudadanos activos para desarrollar el futuro.

Dudo que el modelo educativo actual pueda abordarlo. El mayor reto de la educación es admitir el cambio en el entorno y por consiguiente, el cambio en el alumnado. Nunca funcionará un sistema educativo que responda a los resultados académicos y a los devenires políticos. El mundo profesional actual hoy necesita personas con empatía, con la capacidad de trabajar en equipo, con pensamiento crítico, global, creativo e innovador. Si de verdad creamos un sistema educativo que capacite para ello haremos que la brecha sane.

viernes, 1 de julio de 2011

Hoz, Martillo y Bandera Roja

China celebra el 90 aniversario del Partido Comunista. Para la población china el 9 es sinónimo de vida eterna como eterna parece la vida del Partido. Tras su fundación en 1921, el Partido Comunista se convirtió en una de las formaciones políticas más influyentes de China y cuenta hoy con más de ochenta millones de miembros siendo una de las mayores organizaciones políticas del mundo. Esto se debe al cuidado de su cantera: desde que son niños prometen lealtad a los ideales comunistas en la escuela.

Mao Zedong, el primer líder del Comunismo Chino creía que los campesinos eran el auténtico motor de la revolución. Esta es una de las grandes diferencias con el Comunismo Ruso. Gobernó China durante tres décadas.  Deng Xiaoping, líder pragmático que alteró la base ideológica del Partido permitiendo una serie de reformas institucionales y económicas para adoptar modelos económicos de desarrollo de tipo capitalista. Estas reformas se intensificaron con los sucesores Jiang Zemin y  Hu Jintao. Esto ha provocado que China crezca económicamente un diez por ciento anual, pero también ha aumentado de manera vertiginosa la diferencia entre pobres y ricos.

Actualmente el partido es flexible a nivel económico, pero en lo político, sigue en su línea recta, no hay cabida para la crítica en cuanto a la doctrina del partido, es inamovible. El pensamiento es único y no está permitido levantar la voz. A muchos ciudadanos chinos les preocupa el devenir de su país.

Concluyo este breve artículo con una cita de Maalouf:
“El siglo XX  nos habrá enseñado que ninguna doctrina es por sí misma liberadora: todas pueden caer en desviaciones, todas pueden pervertirse, todas tienen las manos manchadas de sangre: el comunismo, el liberalismo, el nacionalismo, todas las grandes religiones, y hasta el laicismo. Nadie tiene el monopolio del fanatismo, y, a la inversa, nadie tiene tampoco el monopolio de lo humano".

domingo, 26 de junio de 2011

El mayor tesoro: Tu Identidad


La identidad es solo tuya, algo que no se comparte, pertenece a tu intimidad, es única. La construyes a lo largo de tu vida, está llena de pequeñas pertenencias que vivimos en su globalidad como un todo. Estas piezas dejan su poso con los años y nos hacen ser inigualables.   La identidad es el conjunto de pertenencias como la religión, la cultura, la nación, la etnia, la lengua, pero también la familia, los amigos, tus aficiones,  la empresa en la que trabajas, el sindicato o asociación al que perteneces … Estos bienes no tienen el mismo peso, unos tienen más valor que otros. Están presentes en la mayoría de nosotros, pero es la combinación de todos ellos los que nos hacen ser seres singulares e insustituibles.







Objetivo


In-candescencia.  Este es el título elegido para este blog después de barajear multitud de epígrafes. Parte del objetivo de argumentar desde noticias actuales hasta aquellas que no obtienen ni un titular en el día ni en el tiempo. Toda información contada y opinada destacando la educación, el conocimiento y los valores como ejes fundamentales del ser humano. In-candescente es todo aquello candente, ardiente, caliente, ígneo, abrasador de ideas, conocimientos,noticias, reflexiones..., para contar y compartir.