lunes, 4 de julio de 2011

La gran brecha

El mundo, la sociedad, la cultura han cambiado a pasos vertiginosos. Nunca se había evolucionado tan deprisa. Nos cuesta adaptarnos y se está abriendo una gran grieta. Los jóvenes, generación mejor preparada de la historia, se sienten desconectados de la sociedad, tienen mucho que decir, pero no saben cómo influir en ella ni cuál es su lugar dentro de la sociedad. El resto de generaciones están asustadas por lo que puedan saber las nuevas, pero a la misma vez perdidos por la falta de aliento ante el acelerado cambio. Los jóvenes tienen que decir que es lo que quieren y esperan, pero esto solo sucederá cuando la sociedad les ofrezca un sitio.

Hace unos días escuché a Richard Gerver hablar del significado de la palabra “empoderamiento”: Lo que deberíamos hacer es cerrar esta brecha y asegurarnos de potenciar las capacidades de nuestros hijos para que sientan que pueden ocupar un lugar positivo y constructivo en el mundo y que pueden volverse ciudadanos activos para desarrollar el futuro.

Dudo que el modelo educativo actual pueda abordarlo. El mayor reto de la educación es admitir el cambio en el entorno y por consiguiente, el cambio en el alumnado. Nunca funcionará un sistema educativo que responda a los resultados académicos y a los devenires políticos. El mundo profesional actual hoy necesita personas con empatía, con la capacidad de trabajar en equipo, con pensamiento crítico, global, creativo e innovador. Si de verdad creamos un sistema educativo que capacite para ello haremos que la brecha sane.