Sombra, eterna compañera.
Apareces y desapareces.
A veces nítida, a veces confusa.
Más esbelta o más chata.
Pero siempre caminamos juntas.
Recortas la luz para emerger.
Pies con pies.
Bella en tus movimientos,
silueta elegante y divertida.
Sombra, testigo de mi ser.
Testigo de mi vida, de mis hechos,
de mis crímenes, de mis delirios, de mis locuras.
Pero siempre a mi lado.
Si porto una mochila, la portas conmigo.
Si sostengo un paraguas, lo sostienes conmigo.
Incluso en el saludo no me dejas sola: ¡saludas conmigo!
Gracias amiga leal. No te rindas, llegaremos juntas.
Fotografía realizada por David Hernández Mejías |
Recordando a Miguel Hernnández «Pero hay un rayo de sol en la lucha / que siempre deja la sombra vencida»
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